miércoles, 23 de enero de 2008

Hoy




Como gotas de tinta echadas en un vaso de agua… así nos disolvemos nosotros en el tiempo, ahogándonos en las horas y minutos que pasan vacíos, eternamente pesados.

A veces me cuesta, como si la vida oprimiera su lamento contra mi pecho, me impide respirar, y a veces, casi ni lo intento.

Vivo encerrada en un reloj de arena, viendo caer cada minúsculo grano delante de mis narices, me gustaría tanto frenarlo, no dejar que se desvaneciera, pero no puedo, y a veces, ni lo intento.

Hoy hay una baldosa más puesta en nuestra distancia, una mota más en el ojo, una espina más en el corazón….

miércoles, 9 de enero de 2008

Corazón a la basura

Un día me desperté, puse la cafetera, hice tostadas, me lavé la cara, me cepillé el pelo, me aseé… y luego, como había estado haciendo todas las mañanas durante los 25 últimos años de mi vida, me dispuse a encender mi corazón, un acto sencillo y rutinario como otro cualquiera, pero algo ya no funcionaba.

No sé si fueron tus últimas palabras, la triste despedida en aquel andén, esa sensación de lejanía eterna que manteníamos entre nosotros… pero sucedió, mi corazón, mi pequeño pero útil corazón, había quedado inservible, no prendía, no arrancaba, ni siquiera conseguía sacarle un rum rum ligero… farfullaba moribundo un adiós de pedazos rotos, definitivamente estropeado.

Probé con lo que pude, remedios caseros de los que sabemos todos para estos casos, pero no hubo manera, así que lo tiré…. Otro corazón a la basura.

Pd: Otro corazón por comprar, por si lo lees Panchito.

viernes, 4 de enero de 2008

Song to the siren

La sal de la mar, se queda en los labios tras marchar de la playa, nos llevamos con nosotros las lágrimas de las sirenas, cuyos corazones, astillados por los barcos que pasan de largo a su lado, lloran al atardecer de cada día, un lamento dulce y tranquilo, mecido en una balsa de agua infinita, sostenido por algas... Esperan, algún día, algún día... agarradas a rocas fuertes cantan su desdicha al viento mientras aguardan.
El tiempo pasa, y no desgarran sus ilusiones, de que algún día vuelvas, algún día llegues, algún día... la pérdida se encontrará, el recuerdo no será más que un sueño ante tumbas de olvido, y las sirenas serán abrazadas en un nuevo amanecer....
Llevo toda la tarde-noche escuchando esta canción, simplemente perfecta, evoca una gota de sal por la mejilla y paz ante la espera de esta sirena.. os dejo la traducción...
Tras larga travesía en océanos desiertos,
me esforcé por sonreír,
hasta que tus ojos gozosos y tus dedos, me atrajeron febril a tu arrecife.
Y cantabas:
navega hacia mí, navega hacia mí, déjaté envolver, estoy aquí,
estoy aquí, mi abrazo te espera.

¿Soñé que soñabas conmigo? ¿Eras liebre y yo zorro?
Ahora mi enloquecido barco, martillea las rocas herido de amor,
porque tú cantas: “no me toques, no me toques, vuelve mañana: mi corazón teme el dolor”

Abrumado como un recién nacido,en desafío contra la marea
¿debería permanecer entre las rocas? ¿o descansar junto a mi esposa la Muerte?
Escucha mi canción: “nada hacia mí, nada hacia mí, déjate envolver, estoy aquí,
estoy aquí, mi abrazo te espera.

Derechos Universales y otras tonterías

Puestos a imaginar, los musulmanes podrían meter cabeza en la Balanza Comercial de España, los judíos en la Economía, los budistas en las Relaciones Internacionales… y así con todos, total, ya que la Iglesia Católica pretende acercar su postura de nuevo a la política podemos decir que se abre la veda, ¿no?
Lo que si sigo sin tener tan claro que podrían hacer los ateos… aunque supongo que el vago y vivir de las rentas de las otras religiones, por eso de no tener creencias en seres supremos no tienen a qué acogerse, así que lo más normal es que terminaran pidiendo un subsidio, ¿no?

Me gustan muchos las espadas, dagas y otros elementos de lucha antigua… pero la idea de volver a un Estado Feudal donde el mayor poder de todos lo ostente la Iglesia no me hace mucha gracia, más que nada porque vivir en un estado de represión y miedo, donde coarten mis libertades piadosos de un Dios castigador no va conmigo, ya que es muy fácil esgrimir la idea de un Dios horrible y prohibitivo a favor de la opulencia del clero, sobre todo cuando al “jefe” no lo ha visto nadie (y eso que a mi me hacían cantar de pequeña que Dios es amor… creo que lo ponía en algún documento oficial llamado “Biblia”)
En fin, todo esto me recuerda un poco al Mago de Oz, pero un poco más absurdo si cabe, y es que creo, a tenor de las poco agraciadas apariciones en televisión últimas, que pocos de la cúpula de la Iglesia, por no decir ninguno, se ha leído “La Declaración Universal de Derechos Humanos”, quizás no les resulte tan ameno como la lectura de las Sagradas Escrituras, las cuales, tampoco creo que se hayan leído dicho sea de paso.

Para ellos y para que a todos los demás no se nos olvide, os dejo varios capítulos de dicha Declaración
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

jueves, 3 de enero de 2008

El comienzo

El alma debería tener el mismo mecanismo que el cuerpo… cuando algo le sienta mal te aprieta fuerte el estómago, lo retuerce y estremece hasta que consigue sacar ese alimento dañino fuera de él… Me encantaría que todo dolor que he sentido y sentiré fuera fácil de vomitar, así podría tirar de la cisterna tranquila para encontrarme mucho mejor.

Y aun así, tras muchos resfriados y empachos sentimentales, sigo sin ser totalmente inmune, aunque con el tiempo todo afecta relativamente menos, creo que porque empiezan a aparecer cosas que importan relativamente más.

Vuelvo a decir “relativo”, porque para mí la importancia la damos nosotros mismos y a veces creo que nos centramos tanto en las hipotecas, en los trabajos, en los estudios…. En el dinero, que nos olvidamos que el mundo está formado por personas que, normalmente, ni se compran ni se venden y que a veces dejamos demasiado de lado, cómo si todo tuviera mucho más valor.

A veces me encantaría que cuando la persona a la que querías te deja, cuando el amigo te traiciona, cuando la familia te hiere… pudieras cobrarles todos los te quiero que les dijiste, las lágrimas que derramaste por ellos, las noches en vela… Porque está claro que muchos no valoran lo que no cuesta dinero, lo que el vil metal no adquiere, ni se puede ahorrar durante meses para tenerlo.

Así es el mar, bello y abundante, intenso y agradable, pero gratuito e infravalorado
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