jueves, 12 de mayo de 2011

No entiendo nada

  • La política, la economía, la educación, la sanidad… Ya no son lo que eran.
  • Los amigos, la familia, los novios, los matrimonios… Ya no son lo que eran.
  • Los sueldos, los trabajos, los jefes, los compañeros… Ya no son lo que eran.

 
¿Esto es lo que llaman PROGRESO? ¿Una involución en el trato entre personas, en los negocios, en lo más básico del ser humano? Si es así, ¿a qué nos atenemos cuando todo está en continuo cambio y nada es lo que parece ser?

 
No entiendo nada, en serio, debo haberme quedado en una época en la que había ciertos aspectos básicos cubiertos en la vida de cada persona; donde un padre era un padre, un amigo era un amigo, un político era un político… Ahora estamos ante un baile de roles continuo, donde te obligan a estar atento a la inconsistencia de las relaciones, a que todo puede volverse del revés en un microsegundo sin que te des cuenta, es decir, a fabricar modelos donde no hay nada auténtico, seguro y duradero, en un Mundo en el que todos nosotros tiene fecha de caducidad en todos los estamentos de nuestra vida.

 
Me niego a no entender, me niego a concebir este modelo de cambio, me niego a NO ENTENDER NADA.

 



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